miércoles, 15 de febrero de 2012

LA ESCENA DEL POZO


Existe en las cuevas de Lascaux, apartada de la galería pricipal, una cavidad no muy amplia pero profunda en la que también hay unas pinturas, bautizadas desde su casual redescubrimiento 70 años atrás como "La escena del pozo". En la página oficial de las cuevas de Lascaux puede hacerse una visita virtual muy completa de estas impactantes pinturas realizadas hace 150 siglos.

En "La escena del pozo" aparece un hombre extático y yaciente con cabeza de pájaro, junto a un bastón de mando coronado con una figura también de pájaro. Frente a él hay un bisonte malherido por unas lanzas, en actitud de cornear o haber corneado al hombre-pájaro y al que se le escapan del vientre los intestinos. Más allá hay un rinoceronte que levantando su cola señala o evita tocar seis puntos negros alineados de dos en dos.

El carácter narrativo de esta pintura es evidente, está considerada la escena pintada más antigua de la que se tenga noticia, pero no así su interpretación, que es abundante y de todos los colores. La más plausible, tal vez la única acertada, es la que ve en estas figuras la representación de unas estrellas a través de un un mito, concretamente las constelaciones de Tauro y de Orión. El detalle de esta hipótesis se puede consultar en el esclarecedor artículo de Luz Antequera "Los hombres de Lascaux y las estrellas" . Vale para apoyarla rápidamente en esta entrada las imágenes que nos dejan ver la pervivencia comprobada durante milenios, desde el Antiguo Egipto hasta la actualidad, de figuraciones casi idénticas para referirnos a las constelaciones antes mencionadas:

A la izquierda, detalle de la tumba de Senenmut (1500 a.C). A la derecha, esquema de constelaciones actuales. En ambas imágenes puede verse a Orión (en la egipcia con cabeza de pájaro) matando a Tauro, que en su lomo porta las Pleyades.

No menos sorprendente que pensar que las pinturas de Lascaux y Altamira no sean otra cosa que mapas del cielo, es imaginar que el origen de las narraciones esté en memorizar con su ayuda un dibujo, y que toda historia, pintada sobre las paredes de una cueva o proyectada sobre una pantalla de cine, sea hija de unos mudos puntos luminosos que nos obligaron a hablar para explicar su silencio.

Casi medio siglo atrás, Michel Foucault, que nunca supo de esta hipótesis sobre las pinturas de Lascaux, propuso en su libro "Las palabras y las cosas"  que la principal herramienta que utilizaban los hombres de la antigüedad para construir su mundo era la analogía entre el cielo y la tierra. Así, por ejemplo, los antiguos egipcios vieron en el Nilo un reflejo de la Vía Láctea e instalaron a sus orillas las tumbas de los Faraones, representando con pirámides las estrellas más brillantes. Entonces la tierra era como el pozo sin fondo del cielo y los Faraones caminaban por el día como las estrellas surcaban la noche, fabricando su esperanza de vida eterna asociándose a la inmortalidad de las luces del cielo. Hoy, aunque seguimos fabricando historias e inventándonos esperanzas, sabemos que las estrellas, ya sean del cine o del cielo, al fin desaparecen.

Termino la entrada con otra escena, también de un un pozo como la del principio, pero ésta del año 1963. La escena está extraída de la película "La infancia de Iván" de Andrei Tarkovsky (ver trailer), quien tampoco tuvo noticias de que en Lascaux, hace 150 siglos, los hombres pintaban estrellas en el fondo de un pozo. Se trata de un sueño, esa forma eterna de la esperanza. En este sueño Iván, un niño que en la vigila ha perdido a su madre durante la guerra, vuelve a verla para que ella le enseñe que en el fondo de los pozos, si son lo suficientemente profundos, se puede ver una estrella.


LA ESCENA DEL POZO from Diego Rios on Vimeo.

3 comentarios:

  1. Excelente! Interesante como siempre.

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  2. Si no me equivoco, hace 15000 años la constelación de Orion no era visible completa desde la latitud de Lascaux. De las tres estrellas del asterismo del cinturón de Orion apenas asomaban dos: Alnilam y Mintaka, alcanzando una altura de culminación de 15’ (15 minutos de arco) y 1º 19’ respectivamente, sobre el horizonte sur. Notar que el diámetro angular de la Luna es de unos 30’. La estrella Betelgeuse alcanzaba una altura máxima de 6º 31’ sobre el horizonte durante su culminación y la estrella Rigel no era visible en ningún momento del año. Por tanto, la constelación de Orion no era reconocible a la latitud de Lascaux en esas fechas. La estrella Vega en ese tiempo podría hacer la función de estrella polar, situada a 5º 19’ del polo norte celeste.

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